Inclusiva y más…, esta 17 edición del Festival Internacional de Cine de Gibara acogió, por tercera ocasión, el encuentro gastronómico Saborear a Gibara, creado y realizado por Evelina Cardet, profesora e investigadora de la Facultad de Turismo de la Universidad de Holguín. Esta vez, la cita estuvo dedicada al maridaje del emblemático ron cubano Havana Club 7 años con una variedad de la marca de habanos Montecristo y con café de producción nacional, acompañados con dos tapas tradicionales de la región: jaibitas rellenas con masa de cangrejo y tostones rellenos con camarones, ambos con sabores delicados en los que se apreciaba la típica sazón cubana en la que no faltan especias como el orégano, la salsa de tomate, el ajo y la cebolla.
Dos experimentadas habano-sommeliers holguineras, Yosi y Rosa, formadas por Zoe Nocedo —directora fundadora del Museo del Habano del Centro Histórico de La Habana y presidenta del grupo Mujeres del Habano— condujeron, de manera amena y profesional, la demostración del servicio especializado para sobremesa, con exclusivo sello cubano, de habanos, ron y café, toda una ceremonia gourmet: desde el proceso de encendido, tiempos de fuma, armonías y contrastes de la degustación y rituales asociados a las cenizas del habano que asoman y crecen al mismo tiempo que los experimentados fumadores logran mantenerlas ardientes y sin desprenderse.
Por su parte, Evelina Cardet enriqueció la velada con una presentación explicativa acerca de la historia, tradición y curiosidades del servicio gastronómico especializado que brindan los habano-sommeliers.
Entre humos, aromas e inolvidables sabores locales se celebró Saborear a Gibara, evento que en pasadas ediciones, en sintonía con la concepción multicultural de FICGibara, ha reflejado las relaciones y confluencias entre cine, artes plásticas y literatura con el arte culinario y los saberes gastronómicos. Quizá, en esta ocasión y como hilo conductor entre el festival y lo específico gastronómico, extrañamos secuencias de filmes donde los personajes exaltan su universo ficticio o real con el recurso de fumar. Valga precisar que Saborear a Gibara, en su pasada edición de 2019, entregó un premio colateral al filme Feliz Navidad, por expresar desde el cine la relación esencial de la familia y su entorno alimentario, algo similar a lo que ya hacen muchos festivales en el mundo con sus secciones de cine gastronómico.
Entre los presentes estuvieron los Premios Lucía de Honor de este FICGibara, Violeta Cooper y Luis Alberto García, el reconocido productor de cine cubano Inti Herrera, la directora del Complejo Turístico Gibara Rosalía Beatriz, directivos de Tabacuba y de Havana Club, quienes patrocinaron este evento; cocineros del hotel Plaza Colón; Rolando González, dueño del restaurante La Fortaleza, y la directora del Centro Provincial del Libro y Literatura Sarais Ferrer. Además, la cita contó con la asesoría de Lesyán Valle, gerente del Café Solás, restaurante que promueve las diversas manifestaciones artísticas y mantiene vivo el legado del gran cineasta cubano y creador del Cine Pobre: Humberto Solás.
Sin dudas, Saborear a Gibara amplifica la incidencia que ha tenido FICGibara en la difusión de la gastronomía y patrimonio culinario de la región, porque desde los mismos inicios de este festival hemos podido admirar y degustar la ingeniosa comida callejera gibareña, disfrutar de los menús con sabores regionales, nacionales e internacionales de restaurantes locales, muchos de estos surgidos y afianzados bajo la influencia del festival de cine, y por supuesto, hemos compartido la mesa familiar, la comida casera, cuando los visitantes y el equipo de trabajo se hospedaban en las propias casas de los gibareños, pues no hay infraestructura estatal para recibir a tanta gente en la Villa Blanca.
Queda servida la mesa para que Saborear a Gibara continúe extendiendo lo multicultural que define a FICGibara como único y visionario en el contexto cubano.