Gibara animado

Como Dorothy en El mago de Oz o la Alicia del clásico de Lewis Carroll, Tarsilinha se verá envuelta en un viaje a través de un mundo fantástico. Pero a diferencia de aquellas, desarraigadas por accidente de su núcleo familiar, en la cinta del dúo de Celia Catunda y Kiko Mistrorigo la niña emprende la extraña aventura para recuperar la memoria de su madre. Esta obra, la única con extensión de largometraje que participa en el apartado de animación del 18 Festival Internacional de Cine de Gibara, llega con el atractivo suplementario de provenir de Brasil, país donde más y mejor animación se está haciendo hoy en todo el subcontinente, y de haber ganado en los Premios del Cine Brasileño 2023.

Pero en la competencia de animación hay que tener en cuenta también otros catorce filmes, todos cortometrajes, muy atractivos para los espectadores, no solo chicos, sino también adultos, por su pluralidad en cuanto a países de procedencia, la diversidad de las temáticas y de las técnicas, y la enriquecedora novedad de la cantidad de mujeres implicadas en la realización.

De Brasil vienen dos cintas muy contrastantes entre sí: Los sueños de Isah: El libro mágico y Reunión ministerial de Tchutchuca Caníbal. El primero, corto de João Ricardo Costa prestigiado por su participación en el más importante de los festivales de animación en la región Asia-Pacífico, el Animur de Jabárovsk, en Rusia, es la aventura educativa de un niño llevado de la mano por su padre. En tanto que la obra de Wlisses Alves, con sus curiosas figuras compuestas con piezas de Lego, se centra en un adulto con problemas en la esfera sexual y el ámbito laboral.

Las apuestas de Brasil se completan con las entregas de los realizadores Robson Cavalcante (Diafragma) y Paula M. Urbinati (Desde dentro de la habitación). Una historia de vida marcada por el desafío de enfrentar la pérdida paulatina de la visión se despliega en la pieza de Cavalcante, triunfadora del Florianópolis Audiovisual Mercosur 2023. En tanto que la creación de Urbinati afronta la problemática de los miedos infantiles y representó a su país en la Mostra Ibero-Americana de Cinema de Animação.

De otra nación con tradición respetable vienen Carlos Montaña y Techo de cristal, ambas proyectadas en CIMA en Corto, en Madrid, como muestra del trabajo de las cineastas de Argentina. La primera, de Itati Romero, aborda el sensible asunto de la represión en los años de dictadura y destaca por su singular técnica de combinar la animación digital con la pintura directamente sobre celuloide. Mientras, el corto de Liliana Romero hace alusión a los límites que encierran a la mujer dentro de la rutina y el trabajo diario, hasta el día en que deciden traspasarlos.

Para constatar la creciente labor de las mujeres en la animación cabe acercarse además a las propuestas de la colombiana Grettel Melissa Quintana y la ecuatoriana Keila Cepeda. Grettel presenta Amapolas en mi ventana, un proyecto de stop motion que le permitió obtener una beca de apoyo para la profesionalización de artistas en su país y que muestra a una muchacha afectada por la muerte de su abuela. Al tiempo que Keila dedica su Chimborazo a describir el oficio en extinción de los hieleros en un volcán de los Andes, y con este corto triunfó en los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana 2023.

Orientada, al igual que la anterior, a mostrar los efectos nocivos de la civilización y el cambio climático, Agonía, de Daniel Montiel (Costa Rica), se fija en el caso de la extinción de especies de animales (el oso polar) y con un enfoque distinto, donde la pretensión de ofrecer arte visual suplanta al uso de lo narrativo. Esa temática ambiental aparece de nuevo en Lui, esta vez desde la tierna mirada de la peruana Belén Prado, con el relato de la amistad entre una tortuga carey y un pez mariposa, amenazados por pescadores furtivos.

Un proyecto ganador del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia, El Chucur, del realizador Jairo Tarapuez Jaramillo, reincide en el drama de la supervivencia de las especies salvajes con la historia de una comadreja andina en el trance de bailar para congraciarse con los humanos.

Por último, la representación cubana está compuesta por Entretenimiento, de Frank Canino; Muros, de Lester Ortega, y Sueños, de Ricardo La Paz Cervantes. Si bien de menor visualidad en el extranjero, las cubanas no dejan de ser obras interesantes y con lauros locales. La de Canino, ganadora en IMAGO 2024, toma el medioevo y la Commedia dell’Arte como excusa para reflexionar sobre la fragilidad del artista ante el gusto personal y de quienes ostentan el poder. La pieza de Ortega cuestiona la fragilidad de la información en estos tiempos, siempre en peligro de ser manipulada a merced de intereses políticos. Ricardo La Paz Cervantes, en su corto premiado en El Almacén de la Imagen 2023, recurre al stop motion y a unos pocos objetos y voces en off con frases del cine y la literatura para reflejar el conflictivo devenir del pasado y el presente de la nación cubana.

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