Durante dos días, 8 y 9 de agosto, se mantendrán en vilo ocho proyectos audiovisuales provenientes del oriente cubano, a la espera del resultado de las sesiones de la Factoría del Cine Pobre.
Esta iniciativa, una de las principales novedades de la 18 edición del Festival Internacional de Cine de Gibara, es parte esencial del grito “¡Filma el Oriente!”, lanzado como expresión del propósito de impulsar la producción de audiovisuales en las cinco provincias orientales cubanas y en la vecina Camagüey.
En dos sesiones (una a puerta cerrada y otra abierta) se efectuará una discusión con las carpetas de proyectos de audiovisuales en desarrollo, presentados a esta primera gran oportunidad de competir en Gibara por un premio monetario de ayuda a la producción y por ser beneficiado con las plataformas de resonancia nacional e internacional que atrae el evento creado por Humberto Solás en 2003.
Los realizadores Consuelo Ramírez, Luis Lago e Inti Herrera tienen a su cargo el análisis de los proyectos, así como la responsabilidad de guiar a los cineastas concursantes y hacer sugerencias para el desarrollo de sus trabajos, y fungirán como árbitros en las sesiones de piching. Las votaciones de un grupo de expertos decidirán para escoger dentro de un listado que incluye, por provincias, a dos proyectos de Holguín, dos de Camagüey, dos de Santiago de Cuba, uno de Granma y uno de Guantánamo.
En cuanto a las categorías cinematográficas, hay un corto de animación, cuatro cortometrajes de ficción y tres cortos documentales. El milagro de la vida, dirigido y producido por Melissa Sanz, representa a Holguín y al dibujo animado. El otro holguinero es un cortometraje documental titulado Inanis, que lo dirige Dayana Araujo Cuello y lo produce Robert Rodríguez Sardain.
Los santiagueros estarán representados por Llave de paso, un proyecto de corto documental dirigido por Osmanys Sánchez Arañó y Martha Iris Sánchez Bárcena y con la producción de Raisel Pompa Figueredo; y por el corto de ficción Un violín para Ochún, bajo la dirección de Yasmani Castro Caballero y la producción de Julio César Llamos.
De la provincia más oriental, Guantánamo, es el cortometraje de ficción Por voluntad propia, con dirección de Daniel Esquijarosa Ceiro y producción de Roxana Florián Silveriño. Y de Granma es Una ley en el plato, corto documental que codirigen Arcides García Carrazana y Joan Ernesto García Mendieta y lo produce Arcides García Carrazana.
Mientras que dos cortometrajes de ficción, La capitana y La cita, llegan de Camagüey. El primero está dirigido por Keiter Castillo Santana y producido por Adriel Bosch Cascaret, en tanto el segundo cuenta con Ana Laura Campanería en la dirección y la producción es de Isaul Ortega Montaña.
Aquel Manifiesto del Cine Pobre enarbolado por Humberto Solás sirve de inspiración a la Factoría. En el arranque de esta nueva plataforma del Festival de Gibara respaldan varios eventos regionales afines: el Festival Nacional del Audiovisual Por Primera Vez de Holguín, El Almacén de la Imagen de Camagüey, el Festival Itinerante de Cine Comunitario de Granma, la Jornada de Cine Andante de Guantánamo y el Museo de la Imagen y el Sonido de Santiago de Cuba, entre otras instituciones.