Acromía, magnetismo y el sello personal de Isabella Catalá en Gibara

Exposición Grabando la escena, de Isabella Catalá

El peso de la mirada de la tercera Lucía mimetiza la algarabía del ambiente: hay un magnetismo que te obliga detenerte. Adela Legrá es la última de un pasillo ni ancho ni largo que atraviesa el Hotel Arsenita de Gibara. Para llegar a ella sin rodeos tienes que haber sabido liberarte de la implacable Raquel Revuelta y la encantadora Eslinda Núñez.

(Foto: Héctor David Rodríguez)

Los permisos y por favor para disfrutar de las obras que llenan las paredes abruman. Seis niñas, integrantes del proyecto local Vestir Gibara están ubicadas al lado de los cuadros. Envueltas en una atmósfera surreal, reencarnan vívidamente a las protagonistas de la cinematografía de Solás.

Grabando la escena es el bautizo expositivo de la joven Isabella Catalá Sarmiento en el Festival del Cine Pobre. La exposición forma parte del programa de actividades del proyecto colectivo Rapé, integrado por artistas consagrados de la ciudad de Holguín, que dan visibilidad a la creación artística de la provincia.

(Foto: Héctor David Rodríguez)

Las imágenes son acrobáticas, en un principio en blanco y negro y paulatinamente develándose en colores, una analogía del proceso de evolución de la fotografía en el cine. Cada representación tiene un concepto sólido, no hay nada al azar, todas las obras cuentan con una intencionalidad que fusiona el arte gráfico con el universo filmográfico.

«En la muestra, la autora explora la expresividad metafórica de la acromía, aportando dramatismo y un carácter atemporal a las imágenes, que gradualmente van revelando otros matrices y contrastes. Se apropia del motivo enfático y discriminador a través de la fragmentación, la técnica del rasgado, el revelado y la superposición del plano para construir nuevas narrativas», comenta Clara Hilda Morena Ramírez en la descripción de la exposición.

(Foto: Héctor David Rodríguez)

La autora innova fresca y atrevidamente, se abre a la experimentación formal y visual, lo que le permite fusionarse y expandirse como medio expresivo artístico contemporáneo. «Cuatro cuadros de Pobres criaturas, película de Yorgos Lanthimos, prepondera sobre todas las demás obras», asegura lsabella Catalá. En estas imágenes trata de reflejar la admiración que profesa por ese cineasta y los recursos utilizados en el filme: planos, la arquitectura de los personajes, que se muestran pequeños en un ambiente enorme.

A Isabella no le gustan las entrevistas, les huye, pero cuando una de las visitantes le pregunta por qué cada uno de sus cuadros tiene un sol sonriente, se desinhibe. «Es un elemento autorreferencial. Todas mis obras lo tienen. Es mi sello».

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