A todo «jazz», con Maxi Contenti y el Hot Club

«El jazz era el sonido ambiente de mi casa», explica Maximiliano (Maxi) Contenti sobre los motivos para hacer la película que el 18 Festival Internacional de Cine de Gibara incluyó en su selección oficial.

Ante un cineasta uruguayo nacido en 1984 y con el antecedente de haber filmado Al morir la matinée (2020), cinta de terror presentada en los más importantes festivales internacionales del género (Sitges, PanicFest) y ganadora en Terror Córdoba 2021 (Argentina), era inevitable preguntarle por qué dedicó un documental a una música de otros tiempos y a una institución musical fundada en el lejano 1950.

«Mi padre es trompetista e hizo carrera en el Hot Club de Montevideo». Mi infancia estuvo musicalizada por la sonoridad de ese lugar y con los años aprendí a apreciar este género musical», añade Maxi para justificar una inquietud que lo llevó a reseñar la historia de «la institución de jazz más longeva de América Latina, algo así como el Buena Vista Social Club uruguayo».

Su pieza audiovisual, titulada precisamente Hot Club de Montevideo, retrata un movimiento musical, contado a través de varias de las anécdotas e historias de vida de sus más viejos integrantes, y describe el árbol genealógico de influencias musicales que desembocó en la formación de una tradición jazzística en esta región austral del continente americano.

En la premier de 2023 en salas de Uruguay tocó el Hot Club de Montevideo y el documental de Contenti pasó como dos meses en cartelera con buena acogida del público. Después, estuvo en el É Tudo Verdade de Brasil y el LATAFF de Canadá y recorrió los festivales locales, «aunque le falta más presencia europea», según advierte el realizador.

En esa movida por los festivales, dice Contenti, que «supe sobre los festivales de Cuba, el de Gibara y el de La Habana, al cual también he enviado la película. Este es un documental de presupuesto bajo, solamente se realizó con un financiamiento que se obtuvo del premio Fona y luego algunos apoyos del Instituto Nacional del Cine y el Audiovisual de Uruguay (INCAU)».

En un reporte de La Diaria de Montevideo se argumenta que «el documental logra captar la esencia del club, en sus aspectos más y menos simpáticos». Para Maxi Contenti, «con el paso de los años, debido al fallecimiento de varios miembros clave, la película se hizo más pertinente, como una necesidad de representar a una generación de músicos de este movimiento musical».

Su objetivo principal al hacer la película fue «dejar que la música hable», y agrega: «El cine y la música tienen una conexión inseparable para mí. De hecho, la música es la mitad de la experiencia en el cine que yo busco y el que más me gusta».

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